Correr al aire libre es una de las formas más liberadoras de ejercitarse. Pero cuando el sol se oculta y las sombras toman las calles o senderos, la visibilidad se convierte en un factor crucial para la seguridad. En este contexto, el uso de luces para correr no es solo recomendable, es esencial.

¿Por qué deberías correr con luces?
Cuando corres en condiciones de poca luz —muy temprano por la mañana, al anochecer o por la noche— tu visión se reduce, y la de quienes te rodean también. Las luces para correr cumplen una doble función vital:
- Te permiten ver el camino, evitando tropiezos, baches, piedras o desniveles.
- Permiten que otros te vean a ti, desde conductores hasta ciclistas y peatones.
Es un pequeño detalle que puede prevenir lesiones y salvar vidas.

Tipos de luces para corredores
- Luces frontales (tipo linterna): Se colocan en la cabeza, pecho o cintura. Iluminan el camino directamente frente a ti.
- Luces traseras o intermitentes: Se ubican en la parte posterior del cuerpo para alertar a los vehículos que vienen detrás.
- Luces LED en brazaletes o zapatillas: Aumentan la visibilidad lateral y añaden estilo a tu outfit deportivo.
- Tiras o chalecos con luz integrada: Combinan reflejante y luz, ofreciendo visibilidad total.
Beneficios clave del uso de luces al correr
- Mayor seguridad personal
- Reducción del riesgo de accidentes
- Más confianza en zonas oscuras o desconocidas
- Posibilidad de mantener tu entrenamiento a cualquier hora
Consejos para usarlas correctamente
- Elige luces recargables o con buena duración de batería.
- Asegúrate de que sean resistentes al agua, especialmente en temporada de lluvias.
- Usa combinaciones de luz blanca y roja: blanca para iluminar, roja para ser visto.
- Combínalas con ropa reflectante o fosforescente para un efecto más completo.
Corre con Luz
Correr con luces no es un lujo ni una moda: es una inversión en tu seguridad, visibilidad y confianza. Hoy en día existen múltiples opciones accesibles, ligeras y funcionales para todos los tipos de corredores.
Así que la próxima vez que salgas a correr bajo el cielo estrellado o antes de que amanezca, no olvides llevar tu luz. Porque un corredor que se ilumina, es un corredor que cuida su vida.
